La vicepresidenta se presentará en Avellaneda. La central mayoritaria, en tanto, empezará a hablar de candidaturas en julio.
Por: Mariano Martín.
Mientras Cristina de Kirchner volverá hoy al centro de la escena con un acto bajo el paraguas de la CTA de los Trabajadores, la CGT se replegará sobre su eje para lanzar una “mesa política” destinada a recuperar protagonismo en medio de la crisis del Frente de Todos. Se trata de dos movimientos que ponen al descubierto las estrategias políticas diferenciadas de las principales centrales obreras: una, de alineamiento al mando de la vicepresidenta, y otro que intentará romper la inercia electoral de los últimos años que dejó relegado al sindicalismo de las mesas de decisión y de los armados electorales.
Más allá del mensaje que enviará hoy Cristina en Avellaneda, en su primera alocución pública tras el reencuentro con Alberto Fernández y la tormenta política que le sucedió al acto por el centenario de YPF con la eyección de Matías Kulfas del Gabinete, el marco de la convocatoria revalidará su apuesta por un sindicalismo alternativo, disociado de las grandes estructuras de los gremios de servicios (los “gordos”) y de sus obras sociales y, sobre todo, que no cuestiona el liderazgo de la expresidenta en la coalición gobernante ni su mirada divergente sobre la política económica de Martín Guzmán.
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En ese esquema Cristina cuenta con varios anillos de confianza: el más cercano lo integra el segundo orador de hoy, Hugo Yasky, secretario general de la CTA-T y diputado nacional por designio de la vicepresidenta. En el mismo plano se ubican los también incondicionales y diputados nacionales Sergio Palazzo (La Bancaria) y Vanesa Siley (judiciales, Sitraju). De inmediato se ubica en el siguiente anillo el metalúrgico Abel Furlán, otro que ocupó una banca de diputado nacional por recomendación de la exmandataria y que se hizo del control de la UOM gracias a un silencioso tejido interno que logró desbancar a Antonio Caló y con el patrocinio fundamental de La Cámpora.
Algo más distante pero todavía bajo la égida de Cristina se posicionan Hugo y Pablo Moyano, que no buscaron su mecenazgo en las últimas elecciones sólo porque creyeron suficiente la cercanía a Alberto Fernández para obtener una tajada parlamentaria que nunca llegó. Los camioneros mantienen un discurso más afín al de la expresidenta pero sin soltarle la mano al jefe de Estado y con una novedosa vocación de acercamiento a los sectores más tradicionales de la CGT, tanto a los “gordos” como a los “independientes” de buen diálogo con todos los gobiernos.
La central mayoritaria, entre tanto, mirará hoy desde afuera el acto de hoy protagonizado por Cristina. Tras su participación en la 110 conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los líderes de la CGT se convencieron de la necesidad de robustecer un armado propio para sustentar su protagonismo en el segundo tramo de la gestión de Alberto Fernández y mejorar sus perspectivas de ocupar espacios electorales en 2023.
Convocatoria
Las premisas se cristalizarán a principios de mes en la convocatoria de una “mesa política” de la CGT. Se la explica como una instancia superadora de las 62 Organizaciones Obreras Peronistas (el denominado “brazo político del movimiento obrero” que luego de ser un actor central del PJ en las últimas décadas languideció hasta la total intrascendencia) ideada para instalar candidaturas de extracción sindical. En cada elección la presencia de sindicalistas en las nóminas del peronismo fue en descenso y sólo atada a la determinación de Cristina, un factor que obstruye por completo a los potenciales candidatos de los sectores más tradicionales.
Al frente de la iniciativa se encuentra Héctor Daer, uno de los tres secretarios generales de la CGT, jefe de la Federación de Sanidad y el dirigente con mayor cercanía a Alberto Fernández. En su entorno niegan que la “mesa política” vaya a tener como finalidad oficiar como plataforma sindical para una potencial reelección del mandatario. Si bien no está en sus planes distanciarse del Presidente, la mesa apuntará a abrir espacios para postulantes por derecho propio. Le tomará la promesa a la Bandera a un grupo de alumnos de escuelas de la provincia de Buenos Aires, mientras que la vicepresidenta estará en el partido bonaerense de Avellaneda para cerrar un acto de la CTA de los Trabajadores.
Según supo Noticias Argentinas, Alberto Fernández participará de la actividad, que está prevista a las 11 en las escalinatas del CCK, junto a los ministros Jaime Perczyk (Educación), Tristán Bauer (Cultura) y Jorge Taiana (Defensa).
Pasada la parte más institucional del acto, el jefe de Estado hará uso de la palabra para cerrar la actividad que se realizará en conmemoración del 202° aniversario del fallecimiento del General Manuel Belgrano.
Por su parte, Cristina Kirchner será la encargada de cerrar a las 16 el plenario de delegados de la CTA de los Trabajadores, la rama sindical que comanda el diputado nacional Hugo Yasky, en el predio del Parque La Estación, en Avellaneda.
Bajo la consigna “Estado, mercado y precios: producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria”, desde la central obrera indicaron que la convocatoria contará con la participación de 1800 delegados de todo el país.
La exmandataria estará acompañada en el escenario principal por el intendente de Avellaneda en uso de licencia y ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, además del jefe de la CTA de la Argentina, Hugo Yasky.
Dos actos
“Seguramente Cristina va a tener una mirada de toda la realidad que estamos viviendo. Elegimos que sea el 20 de junio porque la figura de Manuel Belgrano todavía nos habla de muchas cosas que tenemos que seguir resolviendo como país”, señaló Yasky en declaraciones televisivas.
De esta manera, el Presidente y la vicepresidenta nuevamente conmemorarán una fecha patria por separado, a pesar de las expectativas que se habían generado en algunos dirigentes de la coalición gobernante luego de que Alberto y Cristina compartieron el escenario para celebrar los 100 años de la petrolera estatal.
“Al verlos juntos en el acto de YPF, a menos de dos metros de distancia, muchos compañeros pensamos que la relación entre ellos se podía reencausar. Cuando pensábamos que iba a reinar la paz por unos meses, explotó todo con el off de (el exministro de Desarrollo Productivo Matías) Kulfas”, lamentó ante NA un importante dirigente del Frente de Todos.
El delicado equilibrio que parecía haber alcanzado el oficialismo duro tan solo unas horas, ya que al día siguiente del acto en Tecnópolis el Presidente le pidió la renuncia a Matías Kulfas, uno de sus ministros más cercanos.
El pasado 4 de junio, Alberto Fernández desplazó a Kulfas por haber difundido información en off the record sobre la licitación del gasoducto Néstor Kirchner, algo que el jefe de Estado consideró “éticamente reprochable”.
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