Lo afirma el reporte mensual de la junta interna del INDEC, que además sostuvo que la canasta básica de alimentos y servicios está por encima de los 217 mil pesos.
El informe mensual que realiza la Junta Interna del INDEC respecto de los indicadores salariales alertó sobre la necesidad de mejorar los valores del mínimo, vital y móvil, que aumentó un 20 por ciento y se sitúa hoy por encima de los 50 mil pesos.
Según los cálculos de los trabajadores de la entidad de estadísticas y censos, ese valor debería estar por ciento de los 80 mil pesos, un 46 por ciento por encima del actual, para recuperar los valores del 2015. El trabajo, además, actualizó la canasta de alimentos y servicios que necesita una familia tipo, y destaca que este valor supera los 270 mil pesos, muy lejos de las estimaciones oficiales.
Estos valores marcan el “problema de ingresos” que se profundiza en el país, y que afecta tanto a los empleados en relación de dependencia como los informales y los monotributistas, hoy los más afectados. Pese a que lo gremios admiten esta situación, justificaron el acuerdo que se firmó esta semana, salva la CTA Autónoma, que rechazó la propuesta y en diciembre marchará para pedir otra suba.
El informe de los trabajadores del INDEC se difundió al poco tiempo que se firmara el acuerdo del Consejo del Salario, que subió un 20 por ciento el mínimo a marzo del 2023. Pero que según los datos, está por debajo de las necesidades de recuperación.
Es que el informe, al que tuvo acceso Gestión Sindical, “el salario mínimo vital y móvil es cada vez más mínimo”. “Se necesita un 46 por ciento de aumento para mantener el poder adquisitivo de hace siete años”, afirmó el trabajo de la junta interna.
En este sentido, se recordó que “el salario mínimo, vital y móvil del mes de diciembre de 2015 era de 5.588 pesos, y lo actualizamos por inflación debería ser de 80.106 pesos, y no los magros 54.550 pesos de octubre de este año”. “Ningún salario ni programa social, ni jubilaciones o pensiones bajo la línea de pobreza que fija el INDEC”, se agregó.
La recomposición del salario mínimo acordada por los gremios y las empresas en el marco del consejo del Salario, que representa un incremento del 110,5 por ciento en el período marzo-marzo, se efectivizará en cuatro cuotas: un 7 por ciento en diciembre, un 6 por ciento en enero, un 4 por ciento en febrero, y el restante 3 por ciento en marzo.
La suma propuesta por el Gobierno fue aceptada, luego de un debate de casi dos horas, por el sector de los empresarios y dos de las centrales gremiales: la CGT y la CTA de los Trabajadores. Por su parte, la CTA Autónoma rechazó el acuerdo. Actualmente el haber básico es de 57.900 pesos, por debajo de la línea de indigencia.
Las razones del acuerdo
En los gremios, incluso antes que se conocieron estos datos, admitieron que el acuerdo no era del todo satisfactorio, pero admitieron que se trataba de un número el alcanzado lejos de las necesidades de este momento.
Por lo menos así lo dicen por lo bajo los dirigentes de la CTA de los Trabajadores, que en coincidencia con lo expresado por su líder Hugo Yasky, creen que el aumento es “insatisfactorio”.
“Se firmó porque es lo que se pudo acordar, pero los valores son todavía muy lejanos a la realidad de los que más abajo están en la escala de ingresos”, le dijeron a Gestión Sindical fuentes de esa central obrera.
Una explicación que argumentaron los dirigentes de ese espacio es que la mejora debe llegar “con una suba por decreto por parte del gobierno, que nosotros venimos reclamando”.
En este sentido, esta semana uno de los líderes de la CGT se reunió con el presidente para hablar del tema. Desde el entorno de Héctor Daer confirmaron que se mantuvo la postura de “un bono no remunerativo”, algo que apoya la Casa Rosada.
El visto bueno lo dará, se dice, Sergio Massa, que es partidario de este mecanismo. En la CTA de Yasky aseguran que de concretarse esto, habrá “malestar en las bases”.
Canasta de alimentos y servicios
Por otra parte, el informe de la Junta Interna del INDEC actualizó el cálculo de pérdida salarial y la llamada Canasta de Ingresos Mínimos, que establece el salario que todos los trabajadores deberían tener.
En el primero de los ítems, se recordó que la inflación acumulada del periodo entre noviembre del 2015 y octubre del 2022 es del 1.389 por ciento, con una inflación acumulada interanual de octubre 2022 al mismo mes de este año de 88 por ciento. “Esto genera una pérdida del poder adquisitivo respecto a 2015 del salario Categoría D0 del estado nacional del 33,5 por ciento”, resaltó el informe.
En cuanto a la canasta, “un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos en edad escolar necesitó, en octubre de 2022, 217.764 pesos para satisfacer sus necesidades mínimas”. “Este valor se compone de 74.495 pesos necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de 143.269 pesos para acceder a otros bienes y servicios básicos”, graficó el informe.
Desde la Junta Interna aclararon que “las canastas utilizadas para este ejercicio no son las utilizadas por el INDEC para la medición de la pobreza, que en octubre 2022 llegó a 139.738 pesos para una familia tipo”, sino que se trata de “un valor calculado debajo del cual no debería estar ningún trabajador”.
“Intentamos brindar una herramienta que visibilice la realidad que sufre el bolsillo de los trabajadores, jubilados y desocupados, víctimas de una inflación sin freno que pulveriza nuestros ingresos, esto, sumado al aumento de las canastas que marcan el umbral de la indigencia y la pobreza”, subrayaron.
Además, los trabajadores aseguran que estos datos “debería utilizarse como un sólido argumento para que nuestros paritarios exijan una urgente recomposición salarial, un piso salarial igual a este cálculo para todos los trabajadores. También debería ser parámetro para el seguro de desempleo, planes de gobierno y jubilaciones”.
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