Moyano marcha el 21F, pero en la Rosada confían en que Barrionuevo se bajará

Moyano marcha el 21F, pero en la Rosada confían en que Barrionuevo se bajará

Baradel, movimientos sociales, las dos CTA y Palazzo se sumaron a la protesta. Hubo cambio de fecha por la Tragedia de Once. Dudas por la actitud del dirigente gastronómico

 

Hugo Moyano se autoconvenció ayer de que, en medio de la fuerte escalada en su pelea con el Gobierno, no era conveniente sumar una nueva polémica, y sobre todo innecesaria. Por eso, tras los insistentes reclamos de los familiares de la Tragedia de Once, cuyo sexto aniversario se cumplirá el jueves 22, el líder sindical aceptó adelantar para el miércoles 21 de febrero la movilización a la Avenida 9 de Julio, a la que aspira convertir en una contundente demostración de fuerza contra la administración macrista en el marco de la ola de causa judiciales que lo tienen en la mira.

 

 

Pese a tener que reformular su plan original, Moyano pudo celebrar la ampliación de la red de espacios sindicales, sociales y políticos que se sumarán a su convocatoria. Así, además de la adhesión de buena parte de los gremios de la CGT que comulgan con su liderazgo, el camionero logró formalizar ayer el respaldo de las dos CTA, que lideran Hugo Yasky y Pablo Michelli; los docentes bonaerenses enrolados en el Suteba de Roberto Baradel; la Corriente Sindical que conduce el bancario Sergio Palazzo; y un importante grupo de movimientos sociales encabezados por el CTEP del amigo del Papa Francisco, Juan Grabois. A la protesta que confluirá a las 15 en la esquina de Avenida 9 de Julio y Belgrano, frente al Ministerio de Desarrollo Social se sumarán también fuerzas políticas de izquierda, como el caso de Partido Obrero y el MST. En tanto que en las próximas horas el moyanismo aceitará las conversaciones oficiales con dirigentes cercanos a la ex presidenta Cristina Fernández, quien a través de distintos canales informales deslizó su apoyo a la movilización sindical.

 

 

En cambio, una duda creciente se instaló en el bunker moyanista. El gastronómico Luis Barrionuevo y su tropa no concurrieron ayer a la sede sindical de Camioneros, mientras insistentes rumores señalaban ayer que el dirigente y gran aliado de Moyano en los últimos tiempos analizaba bajarse de la protesta. Las versiones, incluso, mencionaron que Barrionuevo había transmitido esa posibilidad en contactos reservados con algún funcionario del Poder Ejecutivo.

 

 

En rueda de pensa en su sindicato, Moyano evitó cualquier referencia al faltazo del gastronómico. "Si no reaccionamos a tiempo estos señores (por el Gobierno) nos llevan puestos", advirtió el líder sindical en la arenga dirigida a los principales sectores que participarán de su movilización. En línea con el sentido del discurso que desplegó en el raid de incursiones televisivas de las últimas semanas, el camionero insistió en los cuestionamientos contra la política económica y social del Ejecutivo y renovó su profundo embate hacia los grupos de gordos e independientes de la CGT que también ayer ratificaron su posición dialoguista hacia la Casa Rosada y rechazaron sumarse a la marcha del 21F (Ver pag.7). "Sabemos que siempre alguno falta y creo que cuatro o cinco sillas van a faltar el día de la movilización", ironizó el camionero. Y remarcó en sus críticas hacia la interna sindical: "Miren hasta que punto llega ese compromiso y sumisión que tienen algunos con el Gobierno, que les mandan a decir que no van a participar. No hace falta decirlo: no vienen y punto".

 

 

Durante el encuentro y rodeado por Palazzo, Yasky, Micheli, Baradel y su hijo Pablo, el gremialista renovó sus sospechas sobre el supuesto interés de Ejecutivo detrás de la ofensiva judicial que lo tiene como principal protagonista y enfatizó que el objetivo de esa maniobra "es tapar a través de los medios lo que pasa en el país", en referencia la situación económica y social. "Cada vez que habla Pablo o yo, allanan Independiente o Camioneros", ejemplificó en esa línea.

 

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