Después de un mes de protestas, lo anunció ayer la CGT, que marchó con los movimientos sociales. Sería la tercera huelga contra el Gobierno.
La Marcha Federal por Pan y Trabajo marcó el final de la maratón de protestas que hubo en mayo y el inicio de los planes de lucha. Se eleva así el termómetro social después de un mes marcado por las protestas en las calles, la devaluación y la entrada en escena del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tras el veto presidencial a la ley antitarifas este jueves, se multiplicaron los contactos gremiales y la mayoría de los secretarios generales de la mesa chica de la CGT confirmaba ayer que la próxima semana se anunciará un paro general. Será la tercera paralización de las actividades que decreta la central peronista desde que asumió Cambiemos. La única duda que persiste es si esta medida será acompañada por todos los gremios, y la fecha que tendrá.
En las últimas horas, figuras de primera línea del oficialismo apuraban gestiones para que la CGT decrete la huelga hacia fin de mes, descontando que en pleno Mundial la medida tendría escaso impacto político. La próxima semana la pelea será entre quienes quieren que el paro llegue antes del pitido inicial del partido Argentina-Islandia, el 16 de junio, y los que buscan estirar los tiempos. Ayer, los más duros de la CGT salieron a dar por hecho el paro.
El triunviro Juan Carlos Schmid confirmó que habrá una medida de fuerza: “El jueves nos reuniremos con el consejo directivo y va a haber paro general de la CGT, coordinando con las distintas expresiones populares y sindicales a la brevedad”. El próximo martes el triunvirato se reunirá con el bloque del PJ, y se buscará mostrar un respaldo político al plan de medidas de fuerza que se confirmaría dos días después. El encuentro estaba previsto para este jueves, el día del veto presidencial.
Sin embargo, se decidió posponerlo porque en ese momento no había aún una definición clara en favor del paro. Apoyos. También se pronunciaron a favor de un paro en conversaciones informales los “independientes”, el grupo de influyentes secretarios generales que integran José Luis Lingeri (Aysa), Gerardo Martínez (Uocra) y Andrés Rodríguez (UPCN). Este último enfrenta una paritaria en la que el Estado ofreció un magro 12%, algo que se suma al enojo del líder gremial porque se han incumplido los compromisos de pase a planta de estatales y en el horizonte se avizoran nuevos despidos.
Pablo Moyano y su aliado Sergio Palazzo, titular de La Bancaria y la Corriente Federal, el ala sindical de la CGT más cercana al kirchnerismo, sumaron también su reclamo a favor de un paro. Según confirmaron a PERFIL fuentes de Camioneros, el gremio que lidera Hugo Moyano también impulsará la próxima semana medidas sectoriales por su propia paritaria. El propio Moyano anticipó que realizarán paros sorpresivos, asambleas y marchas en pos de lograr su reclamo por un aumento del 27%.
En paralelo, utilizarán su control de la Secretaría de Interior de la CGT, que con la renuncia de Pablo Moyano quedó a cargo de Omar Pérez, para elevar la presión para ir a un paro general. El lunes convocarán a las seccionales del interior a un plenario en el que se presentará la demanda de una medida contundente. Otro sector que salió en reclamo del paro fueron las CTA de Pablo Micheli y Hugo Yasky, aliadas con Camioneros y Palazzo en la Multisectorial que hace una semana colmó la 9 de Julio, con un reclamo contra el FMI liderado por actores. Ya es un clásico: mientras la CGT, única central capaz de paralizar la actividad económica, define internamente los tiempos del paro, las CTA lanzan un anuncio temprano. En este caso dijeron que irían al paro el próximo viernes. La medida, como ocurrió innumerables veces en el pasado, será postergada para que coincida con la fecha que defina la CGT.
En rigor, toda la Multisectorial, que nació el 21F con la primera marcha de Moyano en la 9 de Julio, estaba preparada para ir por un paro propio al que esperaban que se sumen diversos aliados, pero esta perspectiva quedó anulada por el creciente consenso dentro de la central peronista. Marcha y reclamos. Los primeros oradores de ayer fueron la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel. Iban a leer un mensaje en pos de la paz, pero su discurso terminó siendo un duro mensaje.
“Creo que nuestro grito de hoy tiene que ser escuchado, Macri es un Robin Hood al revés: les roba a los pobres para darles a los ricos”, afirmó Cortiñas. El titular del Suteba, Roberto Baradel, pidió al Presidente y a la gobernadora María Eugenia Vidal que “dejen de atacar la escuela pública” y anticipó que se definiría la próxima semana un paro general.
Luego, Palazzo afirmó que la CGT debía convocar a un paro “para reclamar que el Gobierno cambie su política, que mire a los que menos tienen, que deje de mirar el horizonte de los más ricos”. Por su parte, Hugo Godoy, de ATE, también pidió un paro y cargó contra el Gobierno al señalar que “en dos semanas saquearon 11 mil millones de dólares de nuestro país, y generaron más hambre y más desocupación”.
En el cierre, Esteban Castro, titular de la CTEP, indicó que la marcha federal se realizó “en principio” para “pedir cinco leyes para el sector de la economía popular, pero también para plantear que no se haga el acuerdo con el Fondo Monetario porque va a ser muy duro para nuestro país”.
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