La nueva conducción tripartita dejó a casi todos los sectores conformes. Primeras reacciones contra la reforma laboral que planifica el oficialismo.
Por: Juan Pablo Kavanagh.
A24 horas de la renovación de la conducción de la CGT, casi todos los sectores que integran la central obrera se mostraron conformes con el proceso que desembocó en un esquema tripartido. Integrado por Cristian Jerónimo (Sindicato del Vidrio), Jorge Sola (Seguros) y Octavio Arguello (Camioneros), que ya se trazaron objetivos: resistir la reforma laboral que planifica sancionar el Gobierno en sesiones extraordinarias.
“Lo principal que fue lo que pasó ayer y creo que lo más importante es que se priorizó la unidad del movimiento obrero con sus distintos matices”, dicen ante PERFIL desde el entorno de un importante dirigente de la mesa chica de la calle Azopardo acerca de la votación de la comisión directiva de la CGT. La referencia está basada en la cantidad de discusiones que se mantuvieron para preservar un esquema en el que todos los sectores que integran la CGT queden representados en el consejo y sobre todo en los altos mandos.
Los denominados “gordos”, con Héctor Daer (Sanidad) a la cabeza, pidieron por Sola y lo consiguieron. Los llamados independientes, con Gerardo Martínez (Uocra), impulsaron una figura de renovación como la de Jerónimo, quien además supo tejer relaciones con muchos sectores del gremialismo, incluso críticos con la central obrera, para acercar posiciones. Una tarea que muchos que la siguieron de cerca calificaron de exitosa. “El lema de Cristian es que no sobra nadie y escucha a todos”, grafican aquellos que conocen los pasos del dirigente del Vidrio.
Y quedó en el triunvirato Arguello. Se trata de un hombre puro de Hugo Moyano y que contiene a todos los representantes sindicales que se mueven en el “moyanismo”, que no son pocos. La figura femenina en la conducción, que podía ser la de Maia Volcovinsy (la secretaria adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación), finalmente quedó afuera. En la UEJN, este jueves, más de una persona que conoce a la dirigente expresó malestar por lo sucedido.
“No vinimos por la foto, no servimos el café, queremos mujeres conduciendo a la CGT”, fue uno de los mensajes que circuló en redes sociales. El malestar también se trasladó a Luis Barrionuevo: el líder de Gastronómico perdió su representación en el triunvirato con la salida de un cuadro leal a sus intereses, el de Carlos Acuña (Estaciones de Servicio). Y la UTA, de Roberto Fernández, pegó el portazo. Pero, contestan en la calle Azopardo, que el barrionuevismo quedó representando con Omar y Sebastián Maturano de La Fraternidad en la comisión y Acuña, que se quedó con la secretaria de Turismo.
Las primeras reacciones contra la reforma laboral
Hay ciertas cuestiones que en la CGT no piensan negociar en materia laboral, tal como dejó trascender la administración Milei, y las primeras expresiones de sus máximos dirigentes fueron en esa línea. Jerónimo sostuvo: “No vamos a aceptar ninguna propuesta que sea regresiva con quita de derechos, cualquier cosa alocada que vengan como lo que dejaron filtrar ellos -y que ahora dicen que no lo dijeron- como la jornada de 12 horas de trabajo, el banco de horas o el salario por productividad, que lo dijo el propio secretario de Trabajo (Julio Cordero)”.
Eso sí: siempre habrá diálogo institucional. Jerónimo explicó que por la “responsabilidad institucional que nos compete, siempre dejamos abierta la instancia de diálogo social” con el Gobierno y los empresarios.
Luego, añadió: “Hoy hay un compañero, Gerardo Martínez (UOCRA), sentado en la Mesa de Mayo. Eso dice que estamos dispuestos a hablar”. A la vez que consideró que “hay actividades que requieren modernización y adecuación” ante el cambio tecnológico, pero pidió que las modificaciones sean a través de los “convenios colectivos”.









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