El Consejo Directivo confirmó a la conducción de Daer, Schmid y Acuña y suspendió las elecciones previstas para el 22 de agosto. Llamó a todos los secretarios generales a aunar posiciones.
La CGT decidió seguir como está. Esto es: conducida por el triunvirato que la gobierna, integrado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. Así, puso fin a las expectativas creadas meses atrás, cuando una ronda de reuniones y contactos entre distintas facciones auguraban el camino hacia una elección interna que hasta tenía fecha, el próximo 22 de agosto.
El Consejo Directivo de la CGT finalmente decidió renovar su respaldo al triunvirato que comanda la central y bloqueó así la posibilidad de elegir nuevas autoridades en el congreso previsto para el 22 agosto, como se venía negociando. Lo confirmó el secretario general de UDA, Sergio Romero, en declaraciones a la prensa al retirarse del edificio.
Lo que sí habrá es una convocatoria a todos los secretarios generales de los sindicatos que componen la central obrera, desde los que actualmente operan dentro del “oficialismo” cegetista y los que dan la pelea desde afuera, con el objetivo de buscar aunar posiciones ante la política económica y social del gobierno de Mauricio Macri. Esta reunión podría hacer los últimos días de agosto, según explicaron.
Las razones que impulsaron esta decisión son varias. En primer lugar, la contundencia del paro general del 25 de junio no sólo fue una gran muestra de poder y de organización de los sellos cegetistas, sino que además le dio algo de aire al triunvirato, que venía fuertemente cuestionado y generando tensiones cada vez más álgidas con otros espacios del sindicalismo, como el moyanismo o la Corriente Federal que lidera el bancario Sergio Palazzo.
Pablo Moyano amenazó con "crear un nuevo espacio" sindical por fuera de la Confederación General del Trabajo (CGT) ante la posible postergación de las elecciones del 22 de agosto en la central obrera. pic.twitter.com/9hyP7BPlah
— infocamioneros (@cgt_camioneros) 12 de julio de 2018
Por otro lado, la falta de un candidato de consenso y los escasos avances en las negociaciones abiertas entre todos los actores fue ajustando cada vez más el calendario. A esta altura era casi imposible poder llegar al 22 de agosto con todos los pasos institucionales cumplidos. Entre ellos, por caso, una reunión del comité confederal.
Por lo pronto, la decisión del Consejo Directivo ya generó malestar en el moyanismo. El titular del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, amenazó con "crear un nuevo espacio" por fuera de la CGT si se incumplía con el llamado al congreso de la central.
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