La fórmula Fernández-Fernández suma apoyos sindicales

La fórmula Fernández-Fernández suma apoyos sindicales

La decisión de Miguel Angel Pichetto de acompañar a Mauricio Macri en la fórmula del oficialismo terminó por esclarecer el panorama a los dirigentes sindicales, quienes hace tiempo combinan las tareas propias de cada gremio con las reuniones políticas. 

 La decisión de Cristina Fernández de bajarse de la candidatura a presidente y  acompañar a Alberto Fernández también generó revuelo en el movimiento obrero. De hecho, uno de los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, fue de los primeros en celebrar al binomio. Con el correr de los días, los precandidatos del peronismo irán sumando adhesiones como las que ya recibieron tanto del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) como de las CTA. Roberto Lavagna, en tanto, tiene el apoyo explícito del líder del sindicato de los Gastronómicos, Luis Barrionuevo, quien lidera unos 20 gremios que conforman la llamada CGT Azul y Blanca. La pata gremial de Macri es apenas el sindicato de peones rurales (UATRE), que encabeza Ramón Ayala.

El secretario general del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, no solo recompuso la relación con Cristina Fernández (con quien compartió un par de encuentros y se dijeron todo lo que se tenían que decir), sino que se reunió con el titular de los peones de taxis, Omar Viviani, con quien estuvo distanciado por ocho años. En un almuerzo, analizaron la situación laboral y política, acordaron trabajar juntos de cara a las elecciones y comenzaron a delinear lo que puede ser la nueva CGT, ya que el año próximo se debe renovar el Consejo Directivo. Pero esa será otra disputa en un contexto distinto, cualquiera sea el resultado de los comicios.

Días atrás, Moyano fue hasta la sede de UATRE para retomar relaciones con Ayala. El camionero era íntimo amigo del fallecido jefe de los ruralistas, Gerónimo “Momo” Vegenas, de quien se distanció a partir del conflicto con el campo. Ayala comanda hoy una de las 62 Organizaciones Peronistas (está dividida en tres) e insiste en acompañar a Macri en la reelección, aunque nunca está dicha la última palabra.

El Frente Sindical que encabezan Pablo Moyano, Sergio Palazzo (bancarios) y Roberto Pignanelli (mecánicos, SMATA) ya se reunió con los precandidatos bonaerenses Axel Kicillof y Verónica Magario. En ese encuentro se anunció la conformación de la Mesa Sindical que será vital para la logística de la votación. El espacio cuenta con un actor importante como es el titular de los municipales bonaerenses, Rubén “Cholo” García, quien señaló que “debemos recuperar las 69 comunas que hoy están en manos de Cambiemos”.

La intención de los sindicalistas es contar con puestos, tanto en las listas de diputados nacionales como provinciales, y el respaldo en algunas intendencias. Algunos de los anotados son Héctor Amichetti (gráficos), Omar Plaini (Canillitas), Facundo Moyano (ex Frente Renovador) y Roberto Baradel (docentes SUTEBA). En tanto, los metalúrgicos Raúl Torres y Francisco “Barba” Gutiérrez están en plena campaña en los municipios de Tres de Febrero y Quilmes, respectivamente.

Además de las mencionadas organizaciones, los Fernández cuentan con la adhesión de Walter Correa (curtidores), Horacio Arreceygor (televisión), Miguel Angel Díaz (docentes UDOCBA), Norberto Di Próspero (legislativos, APL), Jorge Frías (capitanes de pesca) y las CTA de Hugo Yasky, Pablo Michelli y Ricardo Peidro.

Barrionuevo es uno de los virtuales jefes de campaña de Lavagna y ha puesto a trabajar a sus gremios afines como Maestranza, Carga y Descarga, Viajantes, Perfumistas, Guardavidas, entre otros, y cuenta con el presidente de otra de las 62 Organizaciones, Hugo Benítez (textiles, AOT) como aliado en esta cruzada. Difícilmente sume más gremios de aquí a las PASO.

En cuanto a la CGT, por ahora son más cautelosos, aunque todo indica que la mayoría de los gremios terminarán alineados con Alberto Fernández. El propio Daer -con la mesa chica cegetista- tenía acordada una reunión cuando el precandidato fue internado. Ahora, la mayoría de los dirigentes se encuentra en el congreso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por lo que el encuentro fue postergado, en principio, para el 23 de este mes. Mientras tanto, los tiempos corren rápidos porque no hay espacio para las indefiniciones o abstenciones.

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