El acercamiento de la CGT al Gobierno deja más aislado a Pablo Moyano

El acercamiento de la CGT al Gobierno deja más aislado a Pablo Moyano

La cúpula de la central sindical quiere mantener abiertas las negociaciones con la Casa Rosada y busca contener al camionero

 

Decidida a mantener abiertos los canales de negociación con el Gobierno y a exhibir una postura mucho más moderada, la cúpula de la CGT confirmó ayer puertas adentro que no está en sus planes activar un paro general en el corto plazo.

La determinación, debatida entre casi todo el consejo directivo en el cuarto piso de Azopardo 802, aisló al camionero Pablo Moyano, que insiste en elevar el perfil combativo como rechazo al plan oficial de modificar los convenios colectivos como parte de una reforma laboral que ya avanza por sectores.

Pablo Moyano, que es el número tres en el escalafón jerárquico de la CGT, no asistió ayer al encuentro en la sede gremial y su futuro en la central es una incógnita.

Moyano evitó ayer responder los mensajes de LA NACION, aunque su entorno negó un alejamiento. Lo cierto es que la tensión y la desconfianza guían hoy su vínculo con el triunvirato de mando y con otros grupos influyentes, como el de "los Gordos" (representantes de los grandes gremios de servicios) y el de los autodenominados "independientes".

Tampoco se espera que Pablo Moyano asista mañana a la CGT para la exposición del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, sobre el paquete de medidas laborales que negoció el lunes pasado con el triunvirato que integran Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.

"Si Pablo viene a la reunión con el ministro y le salta a la yugular, los vamos a dejar solos. Un gremio no puede imponer su voluntad sobre la de todo el resto", dijo un referente cegetista en relación con la estrategia del camionero, al que apunta por haber intentado arrastrar a toda la CGT a un conflicto con el Gobierno al activar la protesta en la Plaza de Mayo del 22 de agosto pasado.

Triaca, en tanto, no le escapa al enfrentamiento y estaría dispuesto a dialogar con Moyano, como ya lo hizo otras tantas veces.

Sólo para evitar una ruptura y no desautorizar a Schmid, que fue el impulsor original, la cúpula de la CGT ratificó para el 3 de octubre el comité central confederal (CCC), una suerte de cabildo abierto con tono deliberativo en el que se definirá la estrategia a seguir frente al Gobierno.

Inicialmente, en el confederal se iba a votar a favor de activar un paro, una postura que aún sólo mantienen Pablo Moyano y el bancario Sergio Palazzo, referente de la Corriente Federal.

Un dato que refleja el aislamiento de Moyano es que la organización del plenario cegetista cambió de manos y dejó de estar bajo la órbita de Camioneros.

Ahora, la reunión del comité central se hará en el teatro Empire, de La Fraternidad, en el centro porteño.

De esa manera, el triunvirato que conduce la CGT quiere evitar ser nuevamente blanco de los insultos de barras y militantes moyanistas, como ocurrió en julio pasado en el estadio de Ferro.

Unos 14 dirigentes de los 37 del consejo directivo provienen de lo que era la CGT moyanista.

Ni siquiera entre su tropa Pablo Moyano cosecha apoyo unánime.

Ayer también pusieron paños fríos en la relación entre la CGT y el gobierno nacional el canillita Omar Plaini y el aeronáutico Juan Pablo Brey, dos hombres del riñón camionero.

En nombre del hijo

Hace unos días, Hugo Moyano tuvo que interceder para evitar un estallido entre su hijo y el resto del consejo directivo de la CGT.

Tras una reunión con los "independientes" Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (Uocra), el jefe camionero se comprometió a oficiar de mediador. No consiguió que Pablo abandonara su actitud beligerante, pero logró que postergara sus amenazas de una huelga para después de las elecciones de octubre.

Enfrentado a un sector de la CGT y en rechazo a un acercamiento con el Gobierno, Pablo Moyano avanza mientras tanto en la construcción de una corriente similar al legendario Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), que su padre lideró en la década de los 90, cuando Carlos Menem era presidente de la Nación. Sería un frente con sesgo opositor que incluiría a gremios, organizaciones sociales y entidades empresariales afectadas por las políticas de la gestión de Mauricio Macri.

Pablo Moyano ya tejió acuerdos con las dos CTA, los movimientos sociales y sindicatos vinculados al kirchnerismo.

Pepsico: marcha al congreso

La ex comisión interna gremial de Pepsico convocó a marchar hoy al Congreso con el objetivo de acompañar la presentación de un proyecto de ley de expropiación de la planta que funcionaba en la localidad bonaerense de Florida.

La concentración está prevista para las 7.30 en el Obelisco, desde donde los manifestantes marcharán rumbo al Parlamento para la presentación formal de la iniciativa, que los miembros de la comisión interna consideran "una posible vía de solución del conflicto", según informaron a través de un comunicado.

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