La CGT se mostró unida en apoyo al pacto social que propone Alberto F

La CGT se mostró unida en apoyo al pacto social que propone Alberto F

El presidente electo recibió ayer una clara señal de la central obrera. En el estrado estuvieron varios sectores gremiales enfrentados en los últimos años, entre ellos, Hugo Moyano.

El presidente electo, Alberto Fernández, recibió ayer un fuerte apoyo sindical en la CGT para su gobierno y el pacto social que propone, sobre el cual ofreció por ahora pocos detalles. Se limitó a señalar que no abarcará únicamente “precios y salarios”. También les anticipó que “van a ser parte del gobierno”.

La imagen de unidad que lo arropó en el estrado del histórico salón Felipe Vallese de la CGT, fue correspondida con el compromiso del futuro mandatario de integrar al gremialismo a la conducción del país que asumirá el 10 de diciembre, junto a su garantía de no alterar el esquema de derechos y prerrogativas que sostienen el modelo sindical que está en el corazón del armado histórico peronista.

La organización, y parte importante de las gestiones para lograr la amplia convocatoria, estuvo a cargo de Héctor Daer y la mesa chica de la central. Esta masa crítica de dirigentes convergió en el acto por amor a Alberto, no por el fin del espanto que los distancia a muchos aún. En el estrado estuvieron representados todos los sectores. Además del moyanismo y los gremios que integran la conducción de la central, hubo espacio para la Corriente Sindical, el sector más cercano a Cristina Kirchner que lidera Sergio Palazzo (La Bancaria), el Movimiento Argentino de Acción Sindical (MASA), que dirige Omar Viviani (taxistas), los gremios de la energía que fueron afines al macrismo y también las 62 Organizaciones que participaron en la última elección con Juntos por el Cambio, representada por Ramón Ayala, heredero del “Momo” Venegas en Uatre y el Partido Fe.

También hubo espacio para el transporte, representado por Omar Maturano (La Fraternidad) y Roberto Fernández (UTA), además del Sindicato en Marcha para la Unidad Nacional (Semun), que lideran Antonio Caló y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria). Aunque estuvo representado por el cosecretario general Carlos Acuña, el barrionuevismo eligió presencia mínima. Tal vez por eso, fue el único de los oradores que no consiguió despertar una ovación cuando fue presentado por el maestro de ceremonia.

Unidad. “Ahora viene la etapa más difícil, vamos a estar más unidos que nunca para sacar el país adelante” apuntó Acuña. Luego recordó el pedido de Perón para los trabajadores y apuntó: “En eso estamos y con eso vamos a ayudar al compañero Alberto”. Daer, centro indiscutible de la naciente escena gremial albertista, fue el segundo orador como cosecretario general de la CGT. El dirigente de Sanidad repasó primero el camino a la unidad del peronismo para esta elección, recordando a figuras como el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien acuñó la frase “hay 2019”, el gobernador de Tucumán Juan Luis Manzur, quien organizó el primer acto unificado del 17 de octubre tras la derrota con Cambiemos o José Luis Gioja, quien armó la mesa política del PJ, entre otros.

Antes, había dicho que el país transitó “cuatro años de un proceso neoliberal inédito por el marco de legitimidad”, antes de señalar que los trabajadores y otros sectores “hicieron que no pudieran pasar por arriba con todos los derechos que son la herencia sagrada que tiene nuestro país del peronismo, que lo ha distinguido de toda la región”. Este sería luego uno de los puntos centrales del discurso de Alberto Fernández. Daer señaló también que los sindicalistas no son “terceras personas” sino “parte del Gobierno que viene”. En el cierre, le dijo a su amigo Alberto que ésa era su “casa”.

Alberto. Por su parte, el próximo inquilino de la Casa Rosada hizo un repaso de todos los dirigentes que ayudaron a la unidad. Se detuvo especialmente en la ex presidenta y vice electa Cristina Kirchner antes de repasar la historia del emblemático edificio de calle Azopardo, se acordó del velorio de Evita, el lanzamiento del pacto social de 1973 por parte de Juan Domingo Perón, del trabajador metalúrgico desaparecido Felipe Vallese, José Ignacio Rucci y Saúl Ubaldini. Luego de rendir homenaje a las glorias del sindicalismo peronista, recordó cuando Perón pasó de decir “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” para decir, abrazo con Balbín de por medio, que “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”.

Insistió en que “para salir de semejante degradación hace falta que estemos todos juntos sin distinción” y anunció que se viene la “Argentina del respeto y no de la tolerancia”. Llamó a respetar al que piensa distinto y pedirle que nos ayude”. Tras estos mensajes de apertura, volvió a su intención inicial de remarcar la identidad entre su gestión y los gremialistas, al señalar que “el movimiento obrero organizado es parte del gobierno que se va a instalar el 10 de diciembre”.

También insistió en que no avanzaría sobre derechos laborales al rechazar a los que “nos hacen creer que para salvar la Argentina hay que sacarle derechos a los trabajadores”. Sobre el cierre, realizó el único anuncio concreto del encuentro: la instalación de un centro de capacitación para los trabajadores en la CGT. Unos minutos antes había destacado que “las sociedades más ricas son las que tiene petróleo, son las que desarrollaron la colonia y la ciencia”. En el cierre, dijo que “si todos” están de “acuerdo” había que ponerse a “trabajar ya para tener el país que nos merecemos”. Apenas agradeció a los presentes, comenzaron a sonar los acordes de la marcha peronista en su versión clásica de Hugo del Carril.

Histórico edificio

El vínculo entre la “columna vertebral” y los presidentes peronistas los ha llevado en varias ocasiones hasta el histórico edificio de la CGT en calle Azopardo. En diciembre de 1973, Juan Domingo Perón anunció junto a José Ignacio Rucci el pacto social que hoy todos mencionan como referencia. La visita más reciente fue la de Cristina Kirchner en 2008, junto a Néstor, para un homenaje al laboralista Norberto Centeno. Tal vez la estampa más cercana a la de ayer fue la recordada visita de Adolfo Rodríguez Saá durante su semana a cargo de la primera magistratura, cuando fue vitoreado por el gremialismo que por entonces conducían Hugo Moyano y Rodolfo Daer.

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