CGT: puja alumbra la “tercera posición”

CGT: puja alumbra la “tercera posición”

Caló, Pignanelli, Sasia y Moser buscan tallar en la reestructuración de la central con perfil propio. Ya hubo reuniones.

 

La pulseada por la hegemonía en el movimiento sindical entre Hugo Moyano y los referentes de los grandes gremios alumbró una tercera posición. Los principales sindicatos industriales y los que impulsan una renovación en la central obrera iniciaron contactos para acordar una postura en común frente a la reestructuración con cambio de autoridades que se desarrollará antes de mitad de año. El reagrupamiento, además, obedece a un despegue de esos dirigentes de los líderes tradicionales y con más trayectoria, a quienes responsabilizan por la actual crisis del sello más emblemático del gremialismo argentino.

Se trata de la primera vinculación de Antonio Caló, jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), y de Ricardo Pignanelli (mecánicos, Smata) con la interna de la CGT tras la crisis que arrancó con el paro nacional del 18 de diciembre y escaló hasta generar una ruptura de hecho y el casi desahucio del triunvirato de conducción, frenado por una tregua este lunes en otra reunión cumbre. Los referentes de la industria se reunieron ese día con Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza).

La postura diferenciada del cuarteto se basa en la poca confianza que depositan en los "gordos" de los grandes gremios de servicios y los "independientes" cercanos al Gobierno para llevar a cabo el reordenamiento de la central en su clásica condición de gestores protagónicos por el peso de sus organizaciones. Y es compartida por dirigentes que mantienen equidistancia de los sectores en pugna como algunos miembros de la Corriente Federal de Trabajadores (que participa de las acciones de Moyano, pero se mantiene dentro de la CGT) o el docente Sergio Romero (UDA, que a diferencia del resto tiene voto en el Consejo Directivo), entre otros. 

El cuarteto comenzó a bautizarse como Sindicatos En Marcha (SEM) como para sumar una sigla más a la constelación de grupos y nucleamientos ordenados por afinidad personal, actividad de los gremios o número de afiliados, que orbitan alrededor de la CGT. La aspiración es colarse en el reparto de poder que habrá este año por derecho propio junto a otros sectores más establecidos como las ultraoficialistas 62 Organizaciones o el Movimiento de Acción Sindical (MASA). Este último, de hecho, es el grupo de referencia de Sasia y Moser, pero ambos, como había anticipado este diario, comenzaron un proceso de distanciamiento respecto de su líder, el taxista Omar Viviani. 

Ninguno de los cuatro gremios, sin embargo, tiene en la actualidad un cargo formal en la central. El único era la UOM a través de Francisco Gutiérrez, que a fin de año renunció a su cargo como secretario de Interior por desinteligencias con el triunvirato y desde entonces no volvió a ocupar la silla. Claro que en los códigos de la CGT ninguna reestructuración podría prescindir de metalúrgicos, Smata, ferroviarios o Luz y Fuerza, todos sindicatos emblemáticos y con un historial plagado de nombres propios en las jefaturas de Azopardo 802. 

El grupo tiene aspiraciones. De ellos Sasia es el más instalado como posible candidato a suceder al triunvirato como líder a solas en la CGT, con el respaldo de Moser. Años atrás Caló dijo que el ferroviario era un postulante valioso para encabezar la central. Otro de los involucrados en el sector es el líder de los pilotos de líneas aéreas (APLA), Pablo Biró, que también tiene ambiciones de ocupar lugares de decisión en un próximo reordenamiento.

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