Esquirlas del paro: salió UOM de CGT y rompen el MASA dos gremios clave

Esquirlas del paro: salió UOM de CGT y rompen el MASA dos gremios clave

El sindicato de Caló confirmó que no seguirá en la conducción de la central. Ferroviarios y Luz y Fuerza se sueltan y buscan aliados.

 

La reconfiguración de la CGT, que se aceleró tras el paro deslucido de esta semana, cumplió ayer su primer paso formal con la salida de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de la conducción y promete continuar con el posible estallido del Movimiento de Acción Sindical (MASA), un espacio que hasta ahora cuenta con una decena de gremios relevantes y cuya terminal política es el bloque del PJ en la Cámara de Diputados y el núcleo de gobernadores que orienta Juan Manuel Urtubey. Ese grupo, parte del puñado que mantiene todavía peso propio en la interna de la central obrera, quedó al borde de sufrir la partida de la Unión Ferroviaria y Luz y Fuerza, sus dos mayores organizaciones. 

El mapa de la mayor organización del sindicalismo tradicional se dibuja hacia fin de año de forma muy difusa. El triunvirato de líderes, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, quedó en situación de debilidad luego de una huelga desconocida por los gremios de mayor peso propio, y que careció de la contundencia esperada por parte de sus promotores. En síntesis, nadie quedó conforme. 

Así se agudizaron las contradicciones internas al punto que el sindicato de mayor influencia en el transporte, la Unión Tranviarios Automotor (colectiveros, UTA), se mantuvo formalmente al margen de la protesta (una acción inédita en la historia reciente del sindicalismo peronista), los "gordos" de los grandes gremios de servicios (Comercio, Sanidad) trabajaran casi con normalidad durante el paro y que otros gremialistas, como José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) hicieran públicas sus quejas contra la cúpula de la central. 

Ayer la UOM concretó su renuncia al Consejo Directivo de la CGT. Como había adelantado este diario, el gremio metalúrgico que lidera Antonio Caló respaldó esa decisión adoptada por Francisco Gutiérrez, su delegado y hasta ayer secretario de Interior de la central. La razón central: desacuerdos con la estrategia negociadora del triunvirato y malestar por la falta de participación de otros gremios confederados en las protestas frente al Congreso durante el tratamiento de la reforma previsional. Al cabo de una reunión en la seccional Villa Lugano con la participación de casi todos los secretarios generales del país, el sindicato fabril resolvió continuar dentro de la CGT pero sin ocupar lugares de decisión. Otra vez, algo inédito para el sindicato que cobijó a personalidades como Augusto Vandor, José Rucci o Lorenzo Miguel. 

Mientras los "gordos" de los grandes gremios de servicios y los "independientes" asociados a los oficialismos apuraban una reunión cumbre esta misma semana con jefes actuales y pasados de la CGT para sostener la unidad amenazada, este diario pudo conocer ayer una nueva crisis: la amenaza de Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza) de romper con el taxista Omar Viviani y el MASA. De concretarse será un movimiento tectónico de consideración por tratarse de dos sindicatos históricamente considerados parte de los "gordos" (lo eran sus exjefes, el encarcelado José Pedraza y el fallecido Oscar Lescano, respectivamente) y parte insoslayable de la historia de la central obrera. 

Sasia y Moser, molestos por el desacople con Viviani y sus aliados en el paro (hubo taxis, entre otras actividades relacionadas con gremios del MASA) y con el alineamiento de su grupo al PJ más cercano al Gobierno, analizan volcarse a una negociación directa con los referentes de la CGT e incluso con el propio Antonio Caló, de la UOM, para reformular de manera integral la jefatura de al organización en los primeros meses de 2018. 

En ese contexto de confusión generalizado ayer hubo dirigentes que intentaron revalidad el triunvirato. Gerardo Martínez (albañiles, Uocra), referente de los "independientes" le adjudicó el mote de "destituyentes" a quienes demandan el reemplazo de la actual conducción. Lo llamativo es que fue Lingeri, compañero de años en el mismo grupo, quien puso en duda la capacidad del trío para estar al frente de la CGT. 

En la misma línea, el petrolero Antonio Cassia (Supeh), líder de la confederación de gremios de la energía (Catheda) y partícipe de las 62 Organizaciones (la rama sindical más oficialista, que tenía como líder al fallecido Gerónimo "Momo" Venegas) reclamó ayer "no acelerar los tiempos para la reorganización de la CGT" y respetar "los pasos previos" a un congreso normalizador con la eventual elección de una nueva conducción.

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