El minstro de Economía Martín Guzmán mantuvo sendos almuerzos con dirigentes de la CGT y la CTA de los Trabajadores en los últimos días. El viernes 26 fue la central de Azopardo la que compartió una comida en el CIAS (Centro de Investigación y Acción Social) con el funcionario y ayer fue el turno del bloque que comanda Hugo Yasky en la sede ministerial.

La discresión para ambas reuniones, incluso sin fotos de ocasión o posteos en redes sociales, fue acuerdo previo, si bien tanto desde el Palacio de Hacienda como desde los sindicatos participantes le confirmaron a BAE Negocios los encuentros. “Destacamos la relevancia del diálogo con todos los sectores para fortalecer la visión que venimos presentando en todo el pais, cuyo eje es tranquilizar la economía”, resumieron protocolarmente desde el ministerio de Guzmán.

“Hay un ida y vuelta muy valioso tanto con la CGT como con la CTA, trazado sobre ejes de respeto y valoración mutua”, reseñaron las mismas fuentes.

Más allá de esos dichos el escenario del Consejo Social y Económico (CES), la posible modificación al impuesto al sueldo y sobre todo el ritmo paritario 2021 bajo riesgo inflacionario dieron marco para las conversaciones en ambas mesas.

Línea

La relación múltiple y simultánea que el presidente Alberto Fernández mantiene con los diferentes bloques del movimiento obrero está a la vista de todos. Pero tuvo remarque esencial en una charla que que el Jefe de Estado mantuvo a fines de 2020 -a solas y durante una hora- con un referente gremial: “mi deseo es la unidad del movimiento obrero, pero ése es un problema que me excede, es de ustedes. Yo los voy a seguir atendiendo a todos”.

Fernández, como hombre político y sobre todo por su paso en la Jefatura de Gabinete sabe algo puntual: el mundo sindical es un sector donde las fricciones latentes suelen tener erupciones períodicas que no escapan a la dinámica política, pero que muchas veces frenan o demoran temas importantísimos para los trabajadores.

Es la línea de la relación de la Casa Rosada, de ahí que en Economía le subrayaron a este diario que tanto los contactos con empresarios como con organizaciones gremiales poseen dos sendas: “una estructural, para construir en el mediano plazo, y otra línea que es coyuntural, la de asegurar una coordinación que garantice la recuperación económica con generación de empleo y con crecimiento del salario real”.

La nómina de comensables cegetistas tuvo a uno de sus secretarios generales, Héctor Daer, Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias y Andrés Rodríguez (UPCN).

Con el agregado del ex triunviro Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento-CATT), a quién se le hizo llegar la invitación pero no asistió por razones de agenda.

No fue excusa de ocasión, Schmid selló en las últimas horas un acuerdo con los Aceiteros de Daniel Yofra para conformar una confederación de trabajadores agroexportadores que se avisora con sólidas bases: conceptuales, estratégicas y sobre todo de cantidad de trabajadores de areas.

Guzmán destacó el análisis de Gerardo Martínez respecto a la urgencia en recuperar “a pleno” la construcción por su efecto de impacto económico como “madre de todas las industrias”. En ambos almuerzo el ministro Guzmán estuvo acompañado por Rodrigo Zarazaga, el subsecretario de relaciones institucionales, Rodrigo Ruete y el secretario privado y asesor del ministro, Pablo Salinas.

Jesuita

La labor de Zarazaga, sacerdote jesuita, de acuerdo a lo que ponderan en el Gobierno hace a la “la dinámica de diálogo y reflexión” en una cartera tan importante como Economía, tiene valoración del propio Guzmán. El religioso también mantiene diálogo fluído con Cristina Fernández y con figuras claves del sector empresario. “Su eje en práctica es la confianza como uno de los valores centrales en cada una de las disciplinas donde se desempeña”, le destacaron a este medio

Tanto el ministro como la dirigencia sindical quedaron en volver a compartir mesas, de hecho hay coincidencias obvias en que temas de análisis no faltarán en lo que resta del año.