Los movimientos sociales cobraron mejor que la CGT: están en cinco ministerios

Los movimientos sociales cobraron mejor que la CGT: están en cinco ministerios

Tras fundar su sindicato para disputar poder en la central obrera, metieron dirigentes en Desarrollo Social, Trabajo, Vivienda, Agricultura y Jefatura de Gabinete para trabajar con sus diputados.

Por FRANCISCO BASUALDO.

Si durante su presidencia Néstor Kirchner ejecutó una política de incorporación de organizaciones sociales a su gobierno, Alberto Fernández les permitirá, una década y media después, expandir y consolidar su poder dentro del Estado, incluso más que lo que consiguió la dirigencia de la CGT.

La apertura de lugares destacados en diferentes carteras es un reconocimiento velado al rol de contención social que tuvieron esos movimientos ante a la crisis económica, pero también es un intento de canalizar institucionalmente las demandas surgidas durante la última década. La decisión del Gobierno va de la mano de la fundación de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el sindicato que funcionará como herramienta gremial de ese sector, incorporando bajo el mismo sello al Movimiento Evita, el MTE que conduce Juan Grabois, el Frente Darío Santillán, el Movimiento La Dignidad, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie.

Con la UTEP, las organizaciones buscan relanzar el debate sobre su incorporación a la CGT, algo que no recibe el mismo entusiasmo por parte de la cúpula de esa central. Así se lo hicieron sentir pegando un faltazo al lanzamiento del "gremio piquetero" que se presentó el fin de semana pasado en Ferrocarril Oeste. La ausencia de autoridades de la CGT fue reemplazada por la concurrencia de dirigentes moyanistas y de la CTA, como Juan Carlos Schmid, uno de los principales promotores del acercamiento, Pablo Flores de la AEFIP y Roberto Baradel de CTERA.

Con una clara hegemonía del Movimiento Evita, las organizaciones sociales se disponen a desembarcar en los ministerios de Desarrollo Social, de Vivienda y Hábitat y de Trabajo, donde esperan hacer realidad la bandera papal de Techo, Tierra y Trabajo. Y los dos máximos referentes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico y Fernando "Chino" Navarro, son quienes ocuparán los cargos de mayor jerarquía. 

Pérsico será formalizado como secretario de Economía Popular en el Ministerio de Desarrollo Social que conduce Daniel Arroyo, el organismo que será la columna vertebral de la presencia de los movimientos en el Estado. Navarro, en cambio, será secretario de Relaciones Políticas y Parlamentarias de la Presidencia. Si bien desde el Evita aseguran que el puesto no fue parte de la negociación general, el cargo de alta jerarquía lo coloca en el corazón de la Casa Rosada en un lugar de privilegio y cercanía con Fernández.

Según el esquema pautado por los movimientos, detrás de Pérsico se ubicará el referente nacional de Barrios de Pie Daniel Menéndez, como subsecretario de Economía Popular. Más abajo, como directores nacionales, se menciona a Rafael Klejzer (La Dignidad) y María Eva Verde (Frente Darío Santillán), para ocuparse de las áreas de comercialización.  

En el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, hoy en manos de Luis Basterra, desembarcará Miguel Ángel Gómez, un dirigente vinculado históricamente al Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI). Durante los últimos años, uno de las líneas de expansión de los movimientos sociales fue la organización de los productores frutihortícolas, especialmente aquellos que se instalaron en la periferia de las principales ciudad del país.

En esa línea, Gómez coordinará las políticas para ese sector desde la subsecretaría de Agricultura Familiar, un organismo que ya estuvo en manos de esos movimientos.

La tercera bandera del programa vinculada con la vivienda será abordada desde el Ministerio de Hábitat que están en manos de la rosarina María Eugenia Bielsa. La intención de los movimientos sociales es que dos referentas del MTE se hagan cargo de ese trabajo. Hasta hoy, suenan para desarrollar políticas de integración urbana Fernanda Miño y Fernanda Monticelli. La primera es concejal de San Isidro e histórica militante de La Cava, uno de los principales asentamientos del norte del conurbano, en una tarea en la que es secundada por Monticelli.

Completando la grilla, el Ministerio de Trabajo también va a incorporar a un dirigente social bajo la órbita de la Secretaría de Empleo, que conduce la massista Mónica Litza. Allí, el secretario de organización del Movimiento Evita, Alejandro Gramajo, será designado subsecretario de Promoción del Empleo.

Las organizaciones sociales aseguran que las designaciones en el Ejecutivo corren exclusivamente por la negociaciones de esos espacios con el propio Presidente y no tienen relación con el funcionamiento de las estructuras políticas vinculadas a ellos. Sin embargo, se descarta que los funcionarios van a trabajar en articulación con los diputados nacionales que surgieron de esas misma organizaciones. Itai Hagman y Federico Fagioli del Frente Patria Grande, Juan Carlos Alderete y Verónica Cativa del Partido de los Trabajadores y el Pueblo, serán sus flamantes representantes en la Cámara de Diputados, que se sumarán a Leonardo Grosso (Movimiento Evita), que renovó su banca.

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