tra baja para el sindicalista Hugo Moyano. Ayer, el secretario de prensa de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), Mario Caligari, informó que su gremio no va a adherir a la movilización convocada por Camioneros para el 21 de febrero y ratificó que ese miércoles habrá transporte para los usuarios.

"Todos los que vayan a la movilización van a poder regresar a su casa normalmente porque nosotros vamos a trabajar. No participaremos porque es una movilización de Camioneros. Me parece muy bien porque es en defensa de los derechos de su trabajo", dijo Caligari al fundamentar su negativa.

La UTA no es el primer gremio que rechaza inmiscuirse en el enfrentamiento entre el Gobierno y el líder de Camioneros, que hasta ahora incluyó acusaciones cruzadas entre Moyano y el oficialismo, provocó el despertar de causas judiciales y dejó al descubierto una fractura de la central obrera.

Anteayer, los gremios denominados los "gordos" e "independientes" ratificaron su negativa a la convocatoria. Héctor Daer, inclusive, uno de los miembros del triunvirato y líder del gremio de Sanidad, había expresado su rechazo a la marcha apenas se había anunciado.

"Es una marcha de Camioneros y nosotros no tenemos clara la agenda del sindicato. No vamos a marchar, porque para realizar una marcha tiene que ser parte de una estrategia colectiva, y no parte de algo sectorial", advirtió Daer.

La Unión Ferroviaria, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el Sindicato de los Trabajadores de la Alimentación también expresaron su rechazo.

Aún así, a pesar de la larga lista de ausentes y del cambio de fecha para evitar la superposición con el sexto aniversario de la tragedia de Once, Hugo Moyano asegura que la marcha del próximo 21 de febrero será "la más grande la historia del país".

El líder de Camioneros cuenta con el apoyo de la CTA y de dos jefes de la CGT: Carlos Acuña, secretario general del gremio de estaciones de servicio, y Juan Carlos Schmid, líder del Sindicato de Dragado y Balizamiento.

Asimismo, la fuerza de convocatoria encontrará su apoyo en los movimientos sociales y cierta representación política como el Partido Obrero y la Izquierda.

El próximo 21 de febrero, la Ciudad de Buenos Aires no hará frente a un "camionazo", sino a una marcha. Los organizadores esperan movilizar a unas 500.000 personas, el doble de lo que estima el Gobierno.

El lugar de concentración será el cruce entre las avenidas Belgrano y 9 de julio a las tres de la tarde. En algún momento se evaluó la posibilidad de que fuera en la Plaza de Mayo pero la idea no llegó a su fin por las obras de remodelación que se llevan a cabo en el lugar.

Allí tendrá lugar un acto donde se espera la participación de cinco oradores. En principio hablarán Moyano, Pablo Micheli(CTA), Hugo Yasky(CTA) y Sergio Palazzo (Bancarios). El quinto orador se definirá entre el tridente de San Cayetano integrado por Barrios de Pie, CTEP y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

Ayer a última hora, el plenario de movimientos sociales aprobó por unanimidad sumarse a la marcha. Durante casi dos horas, Pablo Moyano, Schmidt, Roberto Baradel(Suteba), Palazzo, Hugo "Cachorro" Godoy (CTA) y Micheli, compartieron tribuna y discursos con el dirigente Juan Grabois, Rafael Klejzer (CTEP), y otros referentes sociales. El hijo de Moyano pronosticó una multitudinaria marcha y apuntó contra "los sindicalistas arrastrados", en clara referencia a los "gordos".

Presentes y ausentes del 21 F

NO

Héctor Daer, Sanidad

Armando Cavallieri, Comercio

Gerardo Martínez, UOCRA

Andrés Rodríguez, UPCN

Roberto Fernández, UTA

SI

Carlos Acuña, estaciones de servicio

Juan Carlos Schmid, dragado y balizamiento

Pablo Micheli, CTA

Hugo Yasky, CTA

Sergio Palazzo, bancarios