La CGT se reunió para hacer catarsis ante la cuarentena rígida mientras sigue esperando una convocatoria del Gobierno

La CGT se reunió para hacer catarsis ante la cuarentena rígida mientras sigue esperando una convocatoria del Gobierno

En la reunión de la mesa chica cegetista predominó la inquietud por el cuadro socioeconómico que viene y cómo impactará entre los trabajadores la menor ayuda estatal a las empresas. Hubo algunas críticas a la Casa Rosada y a la "desorientaciòn" oficial

Preocupada y al borde de la depresión, la mesa chica de la CGT hizo catarsis este lunes por la tarde ante la certeza de que no tiene margen de maniobra para evitar que la recesión económica se profundice aún más durante los próximos 17 días de cuarentena rígida y afecte a los trabajadores. Para colmo, la central obrera sigue sin poder convencer al Gobierno para que convoque a empresarios y sindicalistas con el fin de definir medidas en una post pandemia que parece cada vez más lejana.

“Es una situación complicadísima. Apoyamos las medidas que toma el Presidente, pero no entendemos cómo no toma la iniciativa de analizar cómo salir de esta crisis. Sinceramente, no sabemos qué hacer”, se sinceró un sindicalista ante Infobae luego de la reunión, que se realizó en la sede de UPCN, en Moreno al 1300 de esta Capital y de la que participaron diez dirigentes, menos Héctor Daer, uno de los cotitulares de la CGT, que estuvo ausente con aviso.

Hasta el viernes pasado, la CGT contaba con el compromiso del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, de que la cúpula cegetista iba a ser invitada esta semana a la reunión que el miércoles mantendrá el gabinete socioeconómico. La misma promesa se mantiene desde hace 15 días, aunque la semana última el argumento oficial para postergar la reunión fue la inminencia de los anuncios que preparaba la Casa Rosada para extender la cuarentena obligatoria durante 17 días más.

La CGT, con Alberto Fernández y los empresarios, en Olivos

Los dirigentes gremiales analizaron esta tarde los problemas salariales y laborales que podrían multiplicarse por la prolongación del aislamiento y, en forma simultánea, con los cambios que habrá en el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que desde junio tendrá un tope salarial más bajo, límites para el pago del subsidio a empresas grandes y beneficios dirigidos a las regiones del país en donde todavía se mantiene el aislamiento.

“Entre las modificaciones del ATP y las empresas que siguen sin poder inscribirse por los requisitos que imponen, nos alarma la cantidad de trabajadores que van a tener problemas para cobrar su salario”, admitió un gremialista de un sector en crisis.

Los dirigentes sindicales y la UIA fracasaron también en su intento de que el ATP se pudiera utilizar para pagar los aguinaldos, que se abonarán de manera fraccionada en muchas actividades y en otras se postergarán ante las serias dificultades de algunos sectores que están afectados por la paralización de las tareas y que tampoco pueden afrontar el costo total de los salarios.

Con fuertes reclamos, aunque cierta dosis de resignación, los sindicatos estatales ya se quejaron ante la decisión del Gobierno de pagar el aguinaldo en cuotas para quienes cobran más de $80.000 de sueldo bruto en el sector público nacional, medida que fue imitada por el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La CGT, con el ministro Moroni y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca

Otro de los temas que evaluaron los dirigentes cegetistas fue cómo podría impactar la prolongación de la inactividad en el AMBA en la recaudación de los sindicatos y de las obras sociales, que viene cayendo desde el comienzo de la cuarentena y que, por pedido gremial, empezó a compensarse desde hace dos meses con una ayuda extraordinaria del Estado.

También surgieron algunas críticas por la estrategia seguida por la Casa Rosada en las últimas semanas y se coincidió en que observan cierta “desorientación” entre muchos funcionarios nacionales para resolver problemas de gestión concretos.

Ante la incertidumbre generalizada, la CGT decidió volver a postergar la reunión del consejo directivo porque estaba prevista para hacerse después de que el Gobierno invitara a la central obrera al encuentro del gabinete socioeconómico.

Del encuentro de UPCN participaron el anfitrión, Andrés Rodríguez, además del cotitular cegetista Carlos Acuña (estaciones de servicio), Armando Cavalieri (Comercio), Antonio Caló (UOM), Jorge Sola (seguros), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (construcción), Víctor Santa María (encargados de edificios), Carlos Sueiro (Aduanas) y Hugo Benítez (textiles).

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