La CGT buscará mostrase unida ante la presencia de Alberto Fernández

La CGT buscará mostrase unida ante la presencia de Alberto Fernández

Hugo Moyano asistirá al encuentro a pesar de haber dicho que no había sido invitado. El “pacto social”, en medio de la escena

Será una muestra de poder. La mayor parte del movimiento obrero recibirá mañana en la histórica sede de la CGT de la calle Azopardo al presidente electo Alberto Fernández. “Será un acto, no un plenario del secretariado general. El único que va a hablar va a ser Alberto y nosotros lo vamos a escuchar”, puntualiza ante Infobae uno de los dirigentes de peso que asistirán al encuentro que tendrá lugar el viernes a las 11.

¿Reunificación de la CGT?

Los principales popes de la CGT, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estacioneros de servicio) -quien responde al gastronómico Luis Barrionuevo-entienden que el encuentro del viernes será el primer paso para una nueva unificación de la CGT.

Por otra parte, Sergio Palazzo (Bancarios) –otro de los referentes “Albertistas” dentro del gremialismo- aspira a que se llegue a esa meta aunque es menos entusiasta al respecto.

“Alberto Fernández tiene claro hacia dónde va, pero va a tener dificultades económicas muy fuertes; sin embargo, le ha tocado ser piloto de tormentas con Néstor Kirchner en 2003 y demostró que podía. Por lo menos, esa garantía la tenemos”, expreso el referente de la Corriente Federal de Trabajadores, días atrás.

Y agregó: “No hay margen para salir de la crisis sin las organizaciones políticas y sociales”. También insistió en la necesidad de lograr “un acuerdo social”.

Sergio Palazzo, el titular de La Bancaria

La asistencia será impactante. En la primera línea de dirigentes estarán sentado los principales dirigentes de la central obrera: es decir, “los gordos”, como Armando Cavlieri (Comercio) y el propio Daer; los “independientes”, encabezados por Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias); los referentes del MASA, encabezados por Omar Viviani (Peones de Taxis) y Norberto Diprospero (asociación Personal Legislativo); y los integrantes de la Corriente Federal de Trabajadores, con Palazzo a la cabeza.

También estarán en el retrato Omar Maturano y Roberto Fernández (Transporte-CATT); Sergio Sasia (Unión Ferroviaria); el jefe de la UOM, Antonio Caló; el secretario general de Peones Rurales de la UATRE, Ramón Ayala; Víctor Santa María del SUTHER y jefe del PJ Capital. Estará también el esperado secretario general de camioneros, Hugo Moyano. Esto a pesar de que él mismo había declarado ante la prensa 48 horas atrás que no se presentaría al acto porque “no me invitaron”.

No todo es color de rosa en la CGT

Los allegados a Moyano sostuvieron ante este medio que “en el fondo nunca pensó en no asistir al encuentro cegetista porque desde un primer momento apoyó a la fórmula Fernández-Fernández y hasta mantuvo una reunión privada con Alberto”. "Hablan cada dos por tres por teléfono”, remarcaron.

Sin embargo, lo dicho, dicho está, y sus adversarios no dudaron en fustigarlo. "Camioneros es un gremio confederado. Y los secretarios generales de los gremios confederados saben que hay reunión. A ninguno nos cursaron invitación. Moyano quiere que lo mimen, que lo inviten de manera especial. Hugo sabe que ahora el no define las situaciones. Sabe que Alberto dialoga con varios de nosotros. Por eso, si quiere venir, que venga, pero nosotros no lo vamos a invitar de manera especial”, expresó ante Infobae, uno de los integrantes de la conducción de la central obrera que prefirió no dar su nombre porque, en el fondo, son muy pocos los que se quieren enemistar con el líder camionero.

Como para terminar de demostrar que una cosa son los slogans de unidad, y otra muy distinta es lograr plasmarlos en la realidad, desde el bunker camionero replicaron ante este medio: “Lo que pasa es que no somos amigos de ‘los gordos’ de la CGT. Cuando le paramos a (Mauricio) Macri, ellos eran los que lo bancaban. Cuando nos opusimos a la reforma laboral, ellos se callaron, por eso no había ánimo de ir”.

“¿Y entonces por qué asisten mañana al Confederal de la CGT?”, inquirió este medio. “Porque estamos con este nuevo gobierno. Vamos a apoyar a Alberto y queremos participar en el pacto social para que el peronismo, una vez más, demuestre que puede sacar el país adelante. Las políticas neoliberales de Macri nos llevaron al 35% de pobreza y a una inflación que superará el 55%. Hay que salir de este desastre y los compañeros Alberto y Cristina (Fernández de Kirchner) van a demostrar que lo pueden hacer y ahí estaremos nosotros”, explicó una de las manos derecha de Moyano.

Hugo Moyano (NA)

Los sectores hasta aquí mencionados no serán los únicos que asistirán a escuchar las palabras de un Alberto Fernández que estará de regreso de México.

Entre otros, también darán presente los integrantes gremiales del partido ParTe (Partido del Trabajo y la Equidad) como Leonardo Nazarre, el joven Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina.

ParTe es el partido político que el presidente electo fundó en 2012 junto al actual titular de la agrupación, Hernán Torres Guerrero. El silencioso operador de Fernández en la provincia de Buenos Aires fue uno de los pocos que recibió una invitación del confederal para asistir al encuentro de Azopardo al 800, y no faltará al convite.

Elecciones de autoridades

Mañana, como pocas veces, quedará explicitado en las caras y en las fotos de rigor que los diferentes sectores sindicales coinciden en su apoyo y respaldo al presidente electo; pero sin embargo, y tan cierto como eso, es que aún están a flor de piel las diferencias que los enemistaron durante años: las posturas presuntamente más “dialoguistas” en algunos casos, y más “combativas” en otros con el gobierno que dejará el poder en un puñado de semanas.

Además de estas cuestiones, en el movimiento obrero que orbita alrededor de la CGT hay una tercera cuestión de fondo.

La elección de una nueva conducción cegetista.

Las actuales autoridades tienen mandato hasta el 8 de agosto de 2020. Sin embargo, según pudo saber Infobae, Moyano quiere una nueva conformación de la central obrera –con él adentro, de ser posible- antes de la jura presidencial del 10 de diciembre próximo.

Hasta ahora, la mayoría del confederal de la CGT, e inclusive de quienes no forman parte de él, estiman que eso será muy poco probable. Aunque nada es imposible.

Héctor Daer, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento, referente de Moyano) y Carlos Acuña asumieron el control de la CGT en agosto de 2016. El mandato dura cuatro años.

En ese entonces, el naciente triunviro reemplazaba a la trifecta compuesta por el metalúrgico Antonio Caló, Hugo Moyano y el gastronómico Luis Barrionuevo.

Pero a dos años de andar, los camioneros de Moyano dejaron su cargo en el confederal, se alejaron de la central obrera y arrastraron, entre otros, a Schmid.

La fractura en el triunvirato terminó de resquebrajarse en febrero de 2018. Sucede que el camionero llamó para el 21 de febrero a una marcha contra las políticas “económicas, anti obreras y neoliberales del presidente Macri”.

La masiva movilización fue apoyada, por ejemplo, por los canillitas de Omar Plaini, Los Cerveceros liderados por Carlos Frigerio, Schmid, los trabajadores estatales de la Ciudad de Buenos Aires de Amadeo Genta, los Judiciales de Julio Piumato, los Panaderos de Abel Frutos y, entre otros, los bancarios de Palazzo, además de la CTA, ATE, SUTEBA y los Metro delegados del Subte y el Pre Metro, entre otros.

La conducción de la CGT no adhirió, y eso pesa en el recuerdo de los ambas facciones. Aunque hay quienes varios gremios -bancarios, metalúrgicos, y por supuesto las CTA- que estuvieron en la calle antes del llamado de Moyano.

Visto así, parece poco probable que la ansiada unidad solicitada por el nuevo inquilino de la Casa Rosada se consolide.

Pero siempre hay margen para el error de apreciación.

Lo cierto es que el viernes, y con el denominado “pacto social” por medio, una atiborrada CGT recibirá a Fernández.

Dirigentes de las tres CGT se reunieron esta mañana en el edificio histórico de la central obrera, en Azopardo al 800 de la Ciudad de Buenos Aires, para participar de un plenario de secretarios generales con el propósito de iniciar el proceso de reunifica NA 162

Se espera que, al menos de las puertas hacia afuera, el presidente electo esboce cuáles serán los principales lineamientos en cuanto a la producción, el trabajo y el entendimiento que impulsará con los gremios y las principales cámaras empresarias.

De las puertas hacia adentro, los popes sindicales habrán logrado el efecto esperado, más allá que Fernández cumpla o no con las expectativas discursivas.

Habrán logrado mostrar fortaleza, poder, y una pretendida unidad, no solo hacia la sociedad y la oposición política que pretende encabezar el saliente Presidente de la Nación; sino también a Alberto Fernández, el mismo que solicitó una tregua en las disputas palaciegas de poder entre gremios que pretenden ser antagónicos.

El presidente electo también sacará pecho. Aparecerá en el centro de escena rodeado de la plana mayor del gremialismo nacional. Este dato no es menor, en vista a lo que se viene y que no será nada sencillo, mucho menos sin un pacto social entre sindicatos y gobierno que también incluya a los movimientos sociales y otras centrales obreras, como la CTA, que no fueron invitados al encuentro ya que no forman parte de la CGT.

“Apoyamos que Alberto vaya a la CGT. El vino a la CTA y realizamos nuestro acto. Ahora le corresponde que lo haga esa central obrera, nosotros no queremos entorpecer absolutamente nada. Bregamos por la unidad del movimiento de los trabajadores. Sé que algunos compañeros fueron invitados al encuentro, puede ser que asistan al encuentro de manera personal. Acá lo importante es la unidad de los trabajadores y luchamos, desde nuestros espacios para eso”, opinó Roberto Baradel, el titular de SUTEBA y dirigente de la CETERA, ante una consulta de Infobae.

Más allá de todas las especulaciones y declaraciones, mañana, en la CGT, se comenzará a evaluar el clima interno para ir hacia una unidad total –o casi- de la central obrera de cara al inicio de la gestión de Alberto Fernández.

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