Con agenda dispar, el triunvirato de CGT se sentará hoy a la mesa del Frente de Todos

Con agenda dispar, el triunvirato de CGT se sentará hoy a la mesa del Frente de Todos

Asistirán Daer y Acuña, que reclaman lugares en las listas. Y Pablo Moyano, que en línea con el kirchnerismo pide discutir la gestión.

Por Mariano Martín

La CGT estará representada hoy en la mesa de debate político del PJ mediante su triunvirato de conducción, invitado a la cumbre el martes a última hora. La participación de Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, sin embargo, estará marcada por las discrepancias que anidan en la interna de la central obrera entre los sectores mayoritarios, encarnados en los dirigentes de Sanidad y Estaciones de Servicio, que buscarán una participación concreta de gremialistas en las nóminas del Frente de Todos, y el camionero, que se declaró a favor de hacer de la mesa una instancia de discusión de la gestión del Gobierno.

La concurrencia sindical a la sede del PJ, en Matheu 130, se extenderá además a Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores y uno de los dirigentes favoritos de Cristina de Kirchner. Los llamados, a cargo de Juan Manuel Olmos, vicejefe de Gabinete, llevaron alivio a los “gordos” de los grandes gremios de servicios y a los “independientes” de buena sintonía con todos los gobiernos, que sospechaban que serían marginados de la convocatoria. Y, de paso, le pusieron un límite a las expectativas de ir que tenían algunos sectores internos de la CGT como la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), que ayer se reunió con Máximo Kirchner.

Aunque el convite ayudó a jerarquizar a la principal central obrera, en sus grupos de conducción no había mayor expectativa por resultados concretos. La “mesa chica” de la organización monitoreó con llamados entre dirigentes y contactos puntuales el armado de la mesa y previo incluso a ser incorporados la conclusión generalizada era que una instancia de semejante amplitud (gobernadores, intendentes, legisladores, gremialistas, movimientos sociales y representantes de Alberto Fernández, Cristina de Kirchner y Sergio Massa) difícilmente alumbrará un sendero de concordia en el Frente de Todos y la apertura de la gestión por parte del jefe de Estado, como pretende el kirchnerismo.

También existe una marcada desconexión entre el sindicalismo tradicional y el resto de las expresiones del oficialismo. Los “gordos”, los “independientes” y Luis Barrionuevo anunciaron el 17 de octubre pasado la constitución de su propia mesa de lobby para candidaturas del Frente de Todos aunque sin mayores resultados desde entonces. También se acrecentó en esos grupos el hastío respecto de Alberto Fernández, a quien no visualizan como candidato con chances y con quien además acumulan más incumplimientos que concreciones a sus compromisos con las obras sociales.

En el caso de Pablo Moyano, en los últimos meses inició de apuro una labor más improvisada de inserción en las mesas de debate del peronismo, con un pie en los grupos que impulsan a Cristina de Kirchner y otro en los que auspician a Sergio Massa. De hecho patrocinó una de las versiones de las 62 Organizaciones (coexisten en tensión tres de ellas) con el alegado propósito de lanzar candidaturas propias del Frente Sindical. En paralelo, como contó este diario, su padre y secretario general de Camioneros, Hugo Moyano, reanudó contactos con los sectores más ortodoxos del sindicalismo, incluida otra fracción de las 62 Organizaciones que supo ser afín a Mauricio Macri.

En otra frecuencia, los gremios que reclaman una candidatura de la vicepresidenta se reunieron ayer con Máximo Kirchner. El encuentro se desarrolló en la Federación Gráfica Bonaerense con la participación de Sergio Palazzo (La Bancaria), el dueño de casa, Héctor Amichetti, Walter Correa (ministro de Trabajo bonaerense y del gremio de curtidores) y Vanesa Siley (judiciales de Sitraju), por la Corriente Federal, el jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, el moyanista Omar Plaíni y los referentes de la CTAT Yasky, Roberto Baradel y Sonia Alesso. Con Máximo Kirchner acudió el ministro bonaerense de Desarrollo de la Comunidad Andrés Larroque. El eje fue la insistencia de esos grupos sindicales para que Cristina revea su determinación de no postularse este año.

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