Nace otro triunvirato en la CGT, que continuará reflejando las divisiones de los sindicalistas

Nace otro triunvirato en la CGT, que continuará reflejando las divisiones de los sindicalistas

Schmid, Daer y Acuña serán los nuevos jefes de la central obrera.

 

El estadio de Obras Sanitarias, donde hace cinco años se definía la última división de la CGT, también será la sede hoy de una reunificación parcial, aunque mayoritaria. El triunvirato acordado para que Juan Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña conformen la nueva conducción, modificación del estatuto mediante, abrirán una nueva página. La bandera de largada les concede poco margen para las felicitaciones y muchas urgencias respecto de flexilibización laboral, inflación, tarifazos y otras perlas neoliberales.

La inminencia de un paro, también integra la cuenta regresiva.

La cita es a las 8.30 en el estadio de Obras Sanitarias, con Lingeri jugando como local

Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló pactaron su paso al costado, con tarjeta de reservación para continuar siendo “voces de consulta”, y dar paso a la nueva etapa.

“La CGT es mucho más que los compañeros que asumimos la responsabilidad de conducir esta etapa”, le expresó Héctor Daer a BAE Negocios, horas después de encabezar la normalización de la CGT regional Andina. Las franjas disidentes del triunvirato son tres, dos definieron que no asistirán, como el Movimiento de Acción Sindical (MASA) y los alineados con el titular de UATRE Gerónimo “Momo” Venegas, que incluso impungó en congreso.

La Corriente Federal Sindical, el Núcleo MTA y la Asociación Bancaria (AB), tercer eslabón en discordia, reclamarán por su convicción dentro del estadio de Núñez.

Juran que no solo se trata de que el jefe de la AB Sergio Palazzo tenga un lugar preponderante en la nueva central. Piden consideración “seria” al espacio que viene reclamando un firme rechazo al modelo neoliberal, léase medidas de fuerza a brevísimo plazo. “Vamos a evaluar en el extraordinario (congreso) si hay reconocimiento a nuestra corriente como espacio y ahí decidiremos. Siempre hay negociacones a ultimo momento”, explicó anoche una fuente del sector a este medio.

El sector que impulsa a Palazzo viene de desarrollar un encuentro importante en el microestadio de Ferro Carril Oeste, donde Horacio Ghilini (Sadop), Walter Correa (Curtiembre), Pablo Biró (APLA) y Héctor Amichetti (Gráficos) entre otros jefes coincidieron en un punto fundamental, “hay que construir una CGT de los trabajadores, más que de los dirigentes”.

A días de cumplir 86 años de su fundación la CGT asume un nuevo desafío, no solo erigirse bajo un gobierno alejado del peronismo sino también, enfrentar las fuerzas locales y regionales, que como avizoró Juan Schmid en su momento “llegan desde modelos planteados en el exterior, Europa para más datos, para avanzar sobre los derechos adquiridos de los trabajadores”.

Respecto de las interminables divisiones y realinamientos, algunos dirigentes como Antonio Caló consideran que hubo y habrá esa constante en el movimiento obrero. “Basta con repasar la historia”, le comentó hace un tiempo a este diario el jefe de la UOM. Otros prefieren consignar que el presente obliga a “cerrar filas”. Otros que admiten la necesidad de fortaleza, no obstante admiten en autocrítica que más allá de los egos, “los dirigentes gremiales sabemos, si bien lo decimos poco, que el poder no se divide”.

La mirada del Gobierno estará en el congreso aunque no pudo torcer el Triunvirato

Va de suyo que la marquesina de los cargos que acompañarán a Schmid, Daer y Acuña no cuestión menor para la dirigencia gremial, entre pronósticos y con espacio para alguna sorpresa, se vislumbra que el apellido Moyano, en versión de Facundo y Pablo serán parte de la conducción. Guillermo Pereyra, Gerardo Martínez y José Luis Lingeri tendrán las secretarías legislativas, internacionales y de Acción Social, algún metalúrgico para la mesa de Interior. Andrés Rodríguez de UPCN no se quedará sin silla, recalcan otras fuentes y también amplifican la posibilidad de “más de dos sorpresas”. Todo comenzará a las 8 en Obras y sin recital de rock de por medio pero con sindicatos divididos.

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